Íñigo de la Serna: de alcalde de Santander y un comprometido con el Club de Prensa Pick Santander a ministro de Fomento

Íñigo de la Serna: de alcalde de Santander y un comprometido con el Club de Prensa Pick Santander a ministro de Fomento

El nombramiento del hasta ahora alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, como ministro de Fomento del Gobierno de Mariano Rajoy, que para eso es ingeniero de caminos, canales y puertos, parece no haber cogido a nadie por sorpresa. Son muchos los que desde hace tiempo ya le situaban como uno de los fijos en las quinielas de ministrables.

En cualquier caso, es de bien nacidos ser agradecidos. La actualidad exige dar la enhorabuena a Íñigo de la Serna por su nuevo cargo y por ende, a Cantabria. Sin duda, es una buena noticia para nuestra tierra.

Su compromiso con nuestra región y los cántabros está fuera de toda duda, como así lo demuestra su balance gestor ampliamente reconocido desde que ocupara su puesto como alcalde de Santander en 2007, con apenas 36 años.

Este Club de Prensa es fiel testigo de este compromiso. Íñigo de la Serna nos ha obsequiado con grandes titulares y ha formado parte activa de nuestra historia desde que en octubre de 2014 fuera el encargado de inaugurar nuestro ciclo de conferencias. A esta ocasión, siguieron otras muchas.

Para mí, una de las más señaladas, con permiso del resto de los cpick, fue su intervención en el homenaje al periodista y poeta José del Río Sainz ‘Pick’ durante la ofrenda floral realizada junto a la estatua del escritor, coincidiendo con el primer aniversario de la creación del Club de Prensa. Fue el 23 de julio de 2015. Lo recuerdo como un momento con una gran carga emocional – contar con la participación de los familiares de ‘Pick’ fue un orgullo y una enorme ilusión- donde se puso en evidencia su perfil político además de su calidad humana. Durante el acto, tuvo palabras muy sentidas no solo para José del Río Sainz, sino para este Club. Del primero, dijo que, a su juicio, evocaba la “grandeza del periodismo” y el compromiso de esta profesión con la búsqueda de la verdad. Del segundo, que cumplía su primer año de vida “en plena forma” así como “esa misión no escrita” del periodismo de “ser foro de propuestas y de respuestas”. Además, consideró un honor que este club llevara el nombre de Santander “emparentado” con el de José del Río Sainz y afirmó que, en su opinión, “Pick nos recuerda la grandeza del periodismo y el Club de Prensa nos recuerda la grandeza de Pick”. Ahí es nada.

Ignoro qué le deparará su nuevo futuro político en esta etapa que ahora comienza. Próximamente conoceremos sus primeras decisiones como máximo responsable de la cartera de Fomento y entonces nos competerá analizarlas para bien o para mal. Esperamos que sus responsabilidades políticas e institucionales no le impidan seguir acompañándonos en nuestro devenir y seguir escribiendo la historia de este Club de Prensa. Pero de momento, felicitamos a Íñigo de la Serna por su nombramiento. Es lo que nos toca.

Contra el empleo precario pero NO CON MI DINERO

Contra el empleo precario pero NO CON MI DINERO

Las contradicciones son intrínsecas al ser humano pero bajo ningún concepto debemos permitir que sean destructivas para nuestro tejido económico, social y cultural.

Desafortunadamente, la imagen institucional del Gobierno de Cantabria ha centrado durante más tiempo del deseado el debate político de la región. La polémica saltó tras el concurso convocado por el Ejecutivo cántabro con el fin de diseñar su identidad corporativa, un concurso abierto a cualquiera que quisiera diseñar un logotipo utilizando como base el escudo de Cantabria. Las reacciones en redes sociales no se hicieron esperar, la gran mayoría de ellas en tono de mofa, acompañadas con memes y el hashtag #EcceLogo. Porque la participación ciudadana está bien, muy bien, y es muy aconsejable, pero no de cualquier manera y en cualquier circunstancia. No todo vale.

Según Edgar Degas, «el diseño gráfico no es lo que ves, sino lo que debes hacer que otras personas vean». Por lo tanto, para cualquier empresa o institución, una imagen potente y representativa de su marca es fundamental como instrumento de comunicación. No es necesario puntualizar que vivimos en la sociedad de la imagen. Lo que sí parece necesario recordar es que el diseño no es algo decorativo. Steve Jobs dejó dicho que «nada es más importante en el futuro que el diseño. El diseño es el alma de todo lo creado por el hombre». Entonces en Cantabria, ¿cómo queremos ser percibidos por el público? Pues hasta donde se pueda llegar con 3.000 euros.

Parece que se ponga como se ponga todo el colectivo de diseñadores gráficos, aquí nos hemos propuesto aniquilar la creatividad y volver “loco” al personal con mensajes contrapuestos.

Si el consejero de Economía, Hacienda y Empleo va y señala que «no podemos seguir compitiendo por bajos salarios» –declaraciones publicadas por eldiariocantabria.es-, habrá que conocer y pagar a un trabajador el coste real de sus servicios. Si el Gobierno regional cree realmente que la «reforma laboral es la que nos ha conducido a esta perversión del empleo», sus representantes políticos tendrán que luchar contra la precariedad con medidas concretas para mostrar el camino a seguir. La palabra convence, pero el ejemplo arrastra.

Quien escribe no entiende que, expresándose en estos términos y entendiendo el malestar general que este concurso ha provocado, se escuden en que su planteamiento «hubiera sido muy diferente si estuviéramos en otro escenario económico». Pero entonces, empleo precario, ¿sí o no? Bajos salarios, ¿sí o no? ¿Por qué tanta urgencia en renovar la imagen corporativa si el escenario económico actual no es el más idóneo? Vaya lío. Cualquiera diría, viendo lanzar balones fuera así y recurriendo al “donde dije digo, digo Diego”, que nuestros políticos están cargados de buenas intenciones pero no saben hacer sus deberes. O dicho de otro modo: rotundamente “no” al empleo precario pero no con mi dinero, mejor que lo hagan otros.

 

Fuente Imagen Destacada: Splitshire.com
Que cunda el pánico

Que cunda el pánico

Es momento de reflexionar porque algo tenemos que estar haciendo mal, pero que muy mal. No es que sea yo una persona que se rasgue las vestiduras a la primera de cambio pero creo que es alarmante el incremento de noticias que proliferan últimamente en los medios de comunicación en relación a las agresiones sexuales.

El último suceso más sonado en nuestro país ha ocurrido en Pamplona. Cuatro violaciones en cinco días durante los Sanfermines.

Hechos tan repugnantes asquean más si cabe cuando se realizan en grupo. Chusma de la peor calaña que se enorgullece compartiendo con sus palmeros tales hazañas. Parece ser el caso de los detenidos por una de las violaciones cometidas en Pamplona. El grupo de mensajes de WhatsApp de los arrestados se llamaba ‘Manada’ y en él se podían leer frases del tipo «follándonos a una entre los 5. Puta pasada de viaje», mientras que los amigos ausentes al conocer lo que hicieron contestaban: «Cabrones, os envidio».

¡Qué quieren que les diga! Se me revuelven las tripas.

Pero lo más triste es que las denuncias por violación o agresiones sexuales registradas en Pamplona no son casos aislados. Según el anuario estadístico del Ministerio del Interior, se produjeron 9.040 violaciones desde 2009 a 2015. O dicho de otra manera: en España, alguien viola a una mujer cada ocho horas.

Es de esperar que caiga con fuerza el peso de la ley sobre todo violador pero me temo que no será suficiente para acabar con el problema.

Erradicar este tipo de comportamientos pasa por la educación y la solución empieza en casa. Los padres tenemos la enorme responsabilidad de formar seres humanos que respeten a sus semejantes, que entiendan que hombres y mujeres somos iguales y que cuando una mujer dice no, quiere decir no. Solo así evitaremos que nuestros lindos hijos de 8 años acaben convirtiéndose en monstruos durante su adolescencia. Porque ya sé que no hace falta decir que la solución no pasa por rogar a nuestras hijas que no vuelvan solas a casa o exigir que se cambien de ropa cuando llevan una falda por encima de la rodilla o un pantalón ajustado.

O hacemos bien los deberes, o que cunda el pánico.

 

Fuente de la imagen: lifeofpix.com